Durante 15 años comunidades campesinas y pescadores del centro del Huila han exigido la garantía de sus derechos violentados por la construcción de la Hidroeléctrica El Quimbo, el día miércoles 13 de marzo lograron un acuerdo histórico con el actual gobierno que los acerca a una reparación integral y a establecer paradigmas para que sus experiencias no se repitan en el país.

Los sueños de muchas familias huilenses fueron inundados hace cerca una década por la represa El Quimbo, más de 8000 mil hectáreas, cerca de 2.000 dedicadas a cultivos permanentes y transitorios, quedaron bajo el agua, junto a importantes patrimonios culturales como la Capilla de San José de Belén y otros legados inmateriales que la política minero-energética destruyó con la fractura de los tejidos socioculturales del territorio.

 

Acuerdo histórico

“Las tierras que nosotros trabajábamos las dejaron inundada y ya ni puede uno irse a bañar al río porque Emgesa lo saca (…) y el río tan limpio que era ahora es una porquería ir al río. Nosotros estamos en la resistencia es por eso, llevamos haciendo resistencia 15 años (…) pero aquí estamos en la lucha”, son las palabras de una mujer de la tercera edad que hace parte de la Asociación de Afectados por el Quimbo y que desde la Asamblea Campesina Permanente por los Ríos, por la Tierra y por la Vida en Bogotá convocaba al diálogo.

Llamado que fue atendido por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Agencia Nacional de Tierras (ANT) que a través de un documento establecen cinco puntos concretos con fechas para empezar la reparación de los afectados por El Quimbo, superando limitaciones del pasado.

Dentro de los puntos del acuerdo se destaca el compromiso de las partes de establecer una mesa nacional de afectados con el objetivo de construir los lineamientos para la elaboración de una política pública nacional dirigida a las comunidades afectadas por represas. Por su parte la ANT se comprometió a elaborar un plan de trabajo para vincular a las 333 familias que hacen parte de Asoquimbo a los programas de reforma agraria. Por otro lado, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, UNGR, se comprometió a brindar ayuda humanitaria a pescadores artesanales de acuerdo al censo de las familias afectadas que realice la Gobernación del Huila.

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“Un gran logro para el departamento del Huila y las personas que han estado durante años exigiendo sus derechos. pero también para el movimiento nacional de afectados por represas, Ríos Vivos, para avanzar en la construcción de la política nacional de afectado por represas. Lo que nosotros buscamos es que este tipo de proyectos no se sigan construyendo sobre la violación de los derechos de las comunidades campesinas y comunidades que habitan el territorio”, explica Jennifer Chávarro, representante legal de Asoquimbo.

En la construcción del acuerdo participaron los equipos de los ministerio de Agricultura, Ambiente, la viceminstra de Ambiente Tatiana Roa Avendaño, la viceministra de Agricultura Lilia María Rodríguez Albarracín, el director general de la ANT Juan Felipe Harman Ortiz, la directora de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca Karen Milena Mejía, la representante legal de Asoquimbo Jennifer Chávarro y la lideresa campesina Celina Zúñiga, histórica participante de Asoquimbo. 


 

“Somos jornaleros, pescadores, mineros artesanales. Somos el campesinado del centro del Huila despojado por la Construcción de la Hidroeléctrica El Quimbo. Nos inundaron las tierras, nos secaron el río y mataron los peces. Cada vez que sembramos una mata de plátano en orillas del río nos las tumban. Queremos permanecer en nuestros territorios y continuar con nuestra vida campesina”, ha expresado Asoquimbo a través de sus redes sociales recogiendo el sentir de las comunidades en el Día Internacional de Acción por los Ríos, una fecha para cuidar y proteger una de las principales fuentes de agua limpia en todo el planeta, así como crear conciencia en la población para el cuidado y protección de este valioso recurso natural imprescindible para la vida.