El BMX y el punk tienen un nuevo aliado en la capital del departamento del Huila. Con rebeldía, autogestión, solidaridad, trueque la iniciativa Insurgentes confecciona prendas y accesorios que fortalecen la identidad y el estilo de vida de las personas.

 

@Serafiniano

 

Taller de confección Insurgentes 

 

Los debates actuales sobre los medios de producción, la propiedad privada, el mercado y la riqueza en el marco del sistema capitalista, así como la lucha de género y el libre desarrollo de la personalidad son la esencia de la iniciativa de emprendimiento local, popular, propio y alternativo Insurgentes. Dialogamos con sus gestores Alejandra Escobar Villa y Carlos Mario Rojas Polania, dos amantes del punk y los deportes alternativos, que hacen de la urbe un escenario de inspiración para los acabados en su taller de confección.

 

Altera Revista: ¿cuáles son los pilares de la iniciativa de accesorios y prendas de la que vienen haciendo parte?

Mario Rojas: primero la autogestión; a partir de nuestros propios recursos y el deseo de generar posibilidades, emprendemos la dinámica económica propia.

Segundo la independencia económica; sabemos que vivimos en un sistema capitalista que genera unos prototipos de vida ligados a la creación de empresa con un fin, un objetivo individual. Nuestra independencia económica va más allá de la relación con el Estado, con un dueño de un capital y unos medios de producción que genera unas posibilidades mínimas de empleabilidad, pero que, al no generar unas garantías sociales, unos mínimos vitales de seguridad social, un estilo de vida digna al empleado, devienen en explotación laboral.

Tercero sostenibilidad económica; al tener libertad económica, algo fundamental, no dependemos de un sistema, unos medios de producción ajenos que solamente están interesados en beneficiarse, sino que pretendemos, a partir de la autogestión, la creación de las prendas para una sostenibilidad económica de nuestro entorno y la generación de empatía con otras iniciativas de la ciudad.

Otro pilar es el trueque; por medio de este ejercicio podemos compartir nuestro conocimiento, nuestras herramientas e instrumentos con otras personas que también están adelantando iniciativas similares a la nuestra. El trueque ha sido usado históricamente pero hoy queremos darle importancia para tener otros modelos económicos en nuestro país, a partir de lo mínimo.

El otro pilar es hazlo tú mismo; pensando que es bien complicado tener un capital, unos instrumentos y materiales para arrancar con la iniciativa, nosotros creamos con ayuda de internet instrumentos propios como una mesa, unos bastidores para serigrafía, la maquina reveladora fundamentales para la confección de ropa y accesorios.

Finalmente la solidaridad; sabemos que las personas que emprenden este tipo de ideas no les toca fácil, entonces optamos por ser solidarios, en el sentido de aportarles conocimiento, espacio; pretendemos generar una colectividad, donde no solamente vengamos a trabajar, a generar una economía, sino a gestar la posibilidad de la amistad, la solidaridad, el compañerismo, el trabajo en equipo. Todos estos aspectos comunitarios que son bien importantes y se han perdido se amparan bajo dos paradigmas macro: el BMX y el punk.

Alejandra Escobar: 

Altera Revista: ¿de qué forma la manera cómo viven la ciudad se proyecta en la estética de las prendas? 

M.R.: 

 

Altera Revista: ¿qué buscan proyectar con los colores y acabados de las creaciones?

M.R.: en relación a los terminados de la ropa, desde la perspectiva de los biker, usamos busos camisetas largas, anchas, con bolsillos muy particulares, con diseños de bicicletas, marcas de bicicletas que simbolizan esa contracultura y van relacionado con la música rap, hip hop. Estos acabados generan comodidad para la monta, el entrene, igual sucede con los pantalones, son cómodos, básicamente driles elásticos que al ponerse las protecciones para no golpearse cuando están entrenando no tienen gran dificultad.

En relación a la escena punk, se utiliza telas con transparencias, no con el propósito de sexualizar a la mujer, sino para que ellas puedan expresar su rebeldía, amor propio. En general pretendemos que las prendas generen una identificación de la persona.

Altera Revista: ¿qué sensaciones puede experimentar quien use una prenda?

A.E.: utilizar una prenda de Insurgentes trae consigo un fresquito de que ninguna persona fue explotada, satisfacción de apoyo a los proyectos locales e independientes y, más allá de eso, son prendas que todos y todas podemos utilizar, porque buscamos personalizar la ropa según el gusto de los y las interesadas. Llevamos un proceso corto, pero creemos en la solidaridad y cooperatividad de los individuos para pronto propagar espacios para la visualización de estos proyectos donde por medio de ferias se articulen todo tipo de apuestas alternativas y de autogestión. Por el momento hemos creado una red de apoyo con la Casa Taller la Madriguera en Florencia, solidarizándonos con ellos en medio de esta crisis sanitaria con tapabocas revolucionarios estampados.

Altera Revista: ¿hacía que tendencias se proyecta Insurgentes?

M.R.: no buscamos ser tendencia, por lo contrario lo que buscamos es generar desde lo poco un estilo de vida, para nosotros, para nuestro entorno, para la escena de los biker, el punk; donde puedan llegar, parchar, poguear, entrenar, esa es la apuesta, un espacio donde podamos complementar todo esto y Neiva sea un epicentro importante de la escena.

En seguida una galería fotográfica con algunas de las prendas creadas por Insurgentes, como gargantillas, arneses, busos, blusas, sublimados, tapabocas, riñoneras, estampados:

Prendas Insurgentes Neiva

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