En Campo Justo hay mujeres, niños, adultos y jóvenes que sonríen. Los colores son intensos y la vida parece fluir por la pantalla. A un click una serie de historias sobre los que cultivan lo que comemos permiten que las redes sociales virtuales cumplan su deber ser: acercar y construir.
Por: Serafin Marquin Gaviria
@serafiniano
En Colombia más allá de las crisis del campo en materia de vías terciarias, insumos, salud, educación, acceso a créditos, garantías comerciales, hay una preocupación creciente por el relevo generación. Precisamente una consecuencia de estas realidades. Según el portal especializado en economía Portafolio, “la pérdida de rentabilidad del negocio”, es lo que motiva la migración desde el campo, “para la gente joven es mucho más rentable y requiere de menos esfuerzo otro tipo de actividades como vender minutos en las plazas de los pueblos, ser mano de obra del sector construcción o migrar –así sea para lavar platos– al exterior”.
Mauricio Raigoza, es el líder de la fundación Campo Justo, un grupo multidisciplinar que decidieron que los campesinos colombianos deberían ser el verdadero boom en internet. Con él dialogamos antes de que partiera a la ruralidad a producir más historias de esas que hoy jóvenes campesinos circulan en sus celulares. La apuesta es por el agro de la mano de la sostenibilidad.
Altera – ¿Qué se puede comentar del panorama actual del campo en Colombia?
Campo Justo – El momento histórico es muy particular. Se está generando un relevo generacional, y es que los abuelos y los papás están dejando la finca porque están cansados o muy adultos. Son los jóvenes de 18 a 35 años, los que van a tomar las decisiones del nuevo campo colombiano.
También, hay un potencial enorme en el mundo, y es que la población está creciendo demasiado y se necesitará más alimento. Se están poniendo de moda muchos productos de Colombia como el aguacate, muchas frutas exóticas y demás, pero con un contraste, y es que no somos tan productivos como otros países, yo creo que esa falta de productividad también radica en que no hay conocimiento y muchas entidades que saben cómo producir más no lo llevan al agricultor. Ahí hay un gran reto desde el gobierno, las entidades, asociaciones, federaciones, empresas, y es aprender a comunicarle a la nueva ruralidad.
Entonces, me parece un momento interesante porque depende de incentivar al joven para que se quede en el campo, pero no que se quede por quedarse, sino que tiene que ir de la mano de unas oportunidades reales y eso tiene que transformarse en productividad. Es decir, el campo tiene que ser productivo, verse como una empresa para que sea rentable y el nuevo joven decida quedarse.
El reto es comunicarles a ellos asuntos del campo, temas de transferencia de tecnología agropecuaria porque muchas veces no tienen los conocimientos para cultivar, para producir más. Y una forma muy interesante que hemos identificado son las redes sociales, principalmente Facebook, y es allí donde nuestra serie ha tomado forma y tiene vida porque Facebook tiene una particularidad, y es que trabaja con poca señal, entonces se adapta muy bien a las difíciles condiciones de conectividad del campo colombiano.
Las ruralidades están cambiando ya no son las mismas de hace 30 o 20 años, por lo tanto hay que generar dinámicas bien diferentes para que esas juventudes rurales puedan tener más contenidos y uno pueda llegarles de manera eficiente.
A- ¿Son las redes sociales virtuales y la internet una herramienta para Campo Justo en su labor pedagógica y pro identidad?
C. J. – Si, hemos visto que los jóvenes rurales y en general la ruralidad está perdiendo su identidad, pero me parece que son dinámicas interesantes porque todos los cambios también son fructíferos y están generando tantas y tan diversas ruralidades como el neocampesino.
Hemos visto por ejemplo muchas personas que han vivido en el exterior y deciden dejar la ciudad para irse a vivir al campo y emprender un proyecto agroindustrial. También otra dinámica bien interesante, es la de personas que viven en el pueblo pero tienen su proyecto agrícola en el campo, entonces generan una dinámica muy poderosa entre el pueblo y la ruralidad.
Por otra parte, si hablamos de conectividad, algo muy importante para el proyecto Campo Justo, el joven rural tiene acceso a telefonía y en el pueblo el encuentra internet, se conecta desde el colegio, los quioscos digitales, lo que me parece que es muy poderoso.
A. ¿Cómo narrar la cotidianidad del trabajador del campo sin revictimizar o sensacionalizar su labor?
C.J. – Para nosotros es lo más importante, nuestro eslogan es ´Historias de héroes que cultivan lo que comemos´. Entonces, en realidad siempre los vemos como unos héroes y no como “ay que pesar, pobre el agricultor”. Mostramos lo mejor, el potencial, y resaltamos que es por ellos que nosotros podemos alimentarnos de forma saludable; son ellos los que subsidian el alimento porque muchas veces trabajan a perdida, es lo complicado de trabajar en el agro, todo es esfuerzo, sol, lluvia, cansancio, también lo incierto que es la económica del agro porque te llega una helada y te acaba la producción. La labor de Campo Justo ha sido generar una conexión entre el campo y la ciudad, les damos una voz, un micrófono para que expresen lo que sienten y el país lo reconozca, porque muchas personas que viven en la ciudad no entienden lo que pasa en el campo; conectar esto nos parece muy poderoso. Ahora queremos generar esa comunicación de aquí hacia allá, llevar tecnología agropecuaria al agricultor, es el nuevo proyecto.
A- ¿Qué enseñanzas le han dado los trabajadores del campo a Campo Justo en el transcurso de la producción de la serie?
C.J. –Yo creo que hubo una trasformación bien poderosa. Yo por ejemplo que soy cineasta tenía otra idea de contar historias. Mi familia es cafetera, soy del eje cafetero aunque vivo en Bogotá, también viví en el exterior donde estudié cine, y cuando vine quise narrar el campo, pero entonces arranqué contando historias, es lo que puedes ver en internet, pero uno también tiene que dejar de ser tan egocéntrico y dejar de hacer lo que uno quiere, aprender a escuchar y ver cuál es la necesidad. El gran cambio que ha tenido el proyecto, es que nosotros pensábamos que una historia era importante para el agricultor, pero en realidad le interesa cómo producir más y mejor. Todos los días nos escriben personas para saber cómo lograrlo, lo que se traduce en más ingresos y ayuda alentorno. Nos dimos cuenta de la necesidad de conocimiento técnico-agropecuario y ahora vamos a empezar a realizar vídeos técnicos para hacer transferencia de tecnología agropecuaria, se llama agrotips. No vamos a dejar las historias, pero creemos que sí le queremos aportar algo al agricultor colombiano, es darle conocimiento técnico, democratizar el conocimiento para que el campo sea más rentable y la gente se pueda quedar allí.
A- ¿Será Campo Justo un diagnóstico audiovisual inagotable del campo colombiano?
C.J. –Sí. El campo, cada vez que viajo, me sorprende, parece inagotable, por eso Campo Justo es un proyecto de vida, vamos para los seis años y creemos que apenas vamos a arrancar. Existe la radio rural, la prensa agrícola, los programas campesinos de televisión, pero nosotros nos pensamos para redes sociales e internet. Hace dos o tres años nos decían que la persona rural no tiene acceso a internet, pero somos la primera serie web del campo colombiano que ven los jóvenes rurales y vamos a estar por mucho tiempo.
A- ¿Cómo alguna persona o proceso puede hacer parte de la dinámica de Campo Justo?
C. J. – Compartiendo, haciéndose fan, siguiendo lo que se viene, esto desde el público en general. Por otra parte, estamos buscando entidades que se quieran vincular por ejemplo transfiriendo tecnología, porque hay asociaciones que tienen un conocimiento muy importante, validado y puesto en práctica pero no es compartido, entonces genial que se vinculen compartiendo ese conocimiento. Cualquier entidad del agro que esté organizada puede vincularse contando historias o haciendo videos con nosotros. Estamos grabando lo que se viene y esperamos que la gente reciba y comparta este conocimiento técnico.
A continuación, una producción de Campo Justo. Pueden ver otras aquí.
Fotografías: Campo Justo