La banda que por segunda vez estará en el Estéreo Picnic, llegó a Neiva para cerrar la versión 17 del Festival de Cine Cinexcusa. Nos refugiamos en La Madriguera para dialogar sobre la atmósfera de la agrupación, sus letras y la vida misma.

 

Por Serafín Marquín

@Serafiniano

 

En el balcón de la Casa Cultural La Madriguera Santiago García (voz) observa la calle e intercambia algunas palabras con Daniela Manrique (periodista). Sobre el sofá se encuentra Nicolás Correa (Guitarra líder) observando el draibol de madera como si viera desaparecer el humo de algún cigarrillo. Juan Carlos Sánchez (Batería) y Luis Felipe Torres (bajo) no están en el lugar.

Una flota trajo a Nicolás y los Fumadores a Neiva en un día lluvioso, de esos en los que no hay agua, ánimos, amor para el arrunchis y afloran más las ganas de fumar.

La charla fluye entre silencios y sorbos de pola, no hay agenda, tan solo notas mentales, interrogantes y palabras claves como Transmilenio, Call Center, hielo sin whiskey, peces inertes y notas de realidad que las melodías de Nicolás y Los Fumadores fácilmente implantan en la memoria de esa generación joven que se siente en sus álbumes y hasta se entera de la grandeza del indio Pastor López.

Entonces arrancamos.

 

¿Qué temas les inspira Neiva, qué notas, qué musicalidad?

Nicolás – Es nuestra primera vez, no hemos conocido mucho Neiva. Mañana tendremos el tiempo de darnos una impresión. Pero de momento tengo la sensación de que le faltan semáforos.

Santiago – En este camello las versiones que uno se lleva de las ciudades, son las impresiones que uno obtiene de la audiencia. Hasta que no lleguemos a ese momento no hay mucho que decir.

 

¿Llegar en Flota a Neiva es mejor o peor que andar en Transmilenio?

Nicolás: Son mejores ocho horas en una flota, en Transmilenio uno no se puede quedar dormido porque lo empelotan.

 

¿Cómo surge la oportunidad de estar aquí (Neiva)?

Santiago – Hubo un contacto con la gente que trabaja en esta casa (La Madriguera), luego nos contactaron del Festival Cinexcusa para la clausura. Era una ciudad en la que nunca habíamos estado, además, un festival de cine con mucha trayectoria.

Nicolás – Todas las condiciones eran optimas. Cuando nos dijeron que era la clausura de un Festival que lleva 17 años, y se combinaba con que es una ciudad a la que no habíamos venido antes, entonces dijimos hágale, de una, de cabeza.

Ha estado muy chévere, la gente es super querida.

 

Se trata de la versión 17 del Cinexcusa cuyo tema central son los jóvenes, como banda que explora la vida misma, ¿qué tienen para decirles?

Santiago – Desde el primer disco inconscientemente empezamos a hacer un ejercicio exploración de nuestros sentimientos más oscuros desde un punto de vista más o menos humorístico. Eso nos ayudó mucho a salir de las depresiones que como jóvenes tenemos. Nos dimos cuenta que por muy oscura que sea la vida, sigue siendo muy chistosa.

Nicolás – En el primer disco, ´Como pez en el hielo´, algo que caló mucho en la audiencia fue que se tocaban temas muy comunes que nosotros pensábamos que eran experiencias propias. Había mucha gente que al final se nos acercaba y manifestaba su agradecimiento por escribir y cantar sobre estos asuntos; les ayudaba a pilotear esas tristezas. 

Es chévere llegar a ese público y decirles que no están solos, que nosotros también cantamos por ese tipo de vainas que suelen pasar, que por más superficial que pueda llegar a ser la anécdota hay algo más profundo.

 

 

El show, ¿cómo se lo han pensado, qué puesta en escena tienen planeada?

Santiago – Nosotros no tenemos nada muy estrafalario, somos solo los cuatro tocando. Yo como cantante trato de transmitir eso que estoy diciendo. Esa es mi misión en la banda. La gente ha agradecido ese ejercicio que todos hacemos, de eso se trata la puesta en escena: comunicar la emoción que trae la canción sin elementos externos.

 

En Argentina en algún momento hubo opiniones sobre la nueva tendencia de la música con bandas como El Mató a un Policía Motorizado, pues la música venia de un momento muy político, contestario, y de alguna manera, en algunos casos, surgieron letras muy ligeras, para algunos simples. ¿Qué piensan de esta cuestión, este asunto de las letras?

Santiago- El primer disco fue un ejercicio casi accidental. Con el nombre de cada maqueta hicimos una letra. El ejercicio era tratar de hacernos reír el uno al otro, hasta que encontrábamos algo que quedaba, todas son letras ligeras, excepto, quizás, ´Corintios´, que fue la última letra que hicimos del disco, un poco más pensada.

 

Nicolás – ´Me quiero ir´, me parece que es otra letra que abre las puertas de lo que llega a ser luego ´Dios y La Mata de Lulo´ (segundo disco). Se siente una insatisfacción en ese personaje y su experiencia de vida en un lugar particular.

 

Ya en el segundo disco se juntaron muchas cosas, muchos sentimientos, frustraciones, la pandemia, ahí ya se sentía la necesidad de hablar de cosas mas graves, igual nunca intentamos forzar nada, somos muy conscientes de nuestras posiciones, de que, si bien nos afectan los temas alrededor nuestro, no somos puntualmente la victima de lo que está pasando, lo vemos desde unos ojos distantes.

 

´El Sol´, primera canción de ´Dios y la Mata de Luto´, evoca unas sensaciones de ser más consciente del entorno. En otra canción como ´La Fe´ ya es más explicito el mensaje, hay momentos en que como jóvenes, como generación se empieza a perder la esperanza y lo único que nos queda es tener fe en que las cosas pueden llegar a cambiar, recurrir a la memoria, al ser consciente de lo que está pasando.

 

 

En una entrevista manifestaron que hacen rocksito, pero en su música hay una atmósfera predominándote más allá de la voz y las letras, ya que estamos viviendo en Neiva un festival de cine, ¿si fueran una película, qué género sería?

Nicolás- yo creo que vendríamos siendo varios géneros, desde la comedia romántica hasta el cine de autor. Creo que es algo chévere que ha pasado con la banda, no nos encasillamos en un género sino que recurrimos a nuestras influencias; somos cuatro personas en el proceso de composición, entonces nuestras influencias llegan a juntarse en un lugar diferente cada vez. Si la pregunta fuera sobre un género cinematográfico, sería muy ambiguo. 

Santiago – Podríamos compararnos con algún director como Scorsese. También es algo más Tarantino, quizás, no es difícil de escuchar, pero hay algo un poco más elevado, de pronto una película de Marvel. 

Nicolás – El man que estudió cine no está acá. Jajaja.

 

Hacer música a partir de vivencias personales y vitales y llegar al Estéreo Picnic, ¿qué reflexión hicieron de este acontecimiento y de qué manera le dio fuerza al proyecto?

Fue muy trascendental para nosotros. Es quizás la tarima más importante del país. Fue significativo darnos cuenta que la industria musical pesada de este país, de repente, fijo los ojos en nosotros y otros proyectos similares.

Siento que aquí está pasando algo, hay un movimiento, una audiencia que sigue esta banda. Y se vio en el Estéreo Picnic 2019, había gente que nos escuchaba, cantaba, había letreritos y hasta un man que se hizo su propia camiseta.

El Festival nos dio un impulso, un momentum, y lo supimos aprovechar muy bien haciendo una gira inmediatamente después, y ahí fue que el proyecto se consolidó.

 

El tema de los fumadores se ha vuelto una marca, el amor también está muy presente en la simbología de la banda (como esa tragedia cómica), trayendo a colación la canción de  Alice Cooper, Love’s A Loaded Gun, ¿el amor es un arma cargada o un cigarrillo bien taqueado?

Santiago – Es una buena comparación el amor con el cigarrillo, en muchos niveles. Es algo que lo acompaña a uno incondicionalmente…

Nicolás – pero que se puede acabar muy rápido.

Santiago – de una u otra forma hace daño, pero uno para qué vive si no es para…

Nicolás – hacerse daño.

Santiago – al mismo tiempo produce mucho placer.

Nicolás – Más que un arma cargada creería que es un cigarro bien taqueado. Un arma cargada me parece una imagen muy violenta y el amor no necesariamente debe tener esa connotación.

Igual un desamor se vive como un momento de no tener cigarros. Puede dar ansiedad en el momento, a uno le da malgenio no tener cigarrillos, pero eventualmente vuelven a ver cigarros. Un arma cargada es un momento violento y definitivo.

 

Bogotá está cargada de muchos símbolos, muchas generaciones la referencian con la obra de Chaparro Madiedo, Opio en las nubes: vivencias, crisis, la vida arreada, en ese sentido, las letras que están construyendo ¿qué significan? ¿Qué nos dicen de la Capital o de las capitales?

Nicolás – Yo no diría tanto que representamos a la Capital sino a una población específica: clase media, universitaria, que tiene beneficios, pero también falencias, etc.

Santiago – Nos hemos dado cuenta viajando por Colombia que todos hacemos parte de algo muy similar.

Hay una razón por la que en el segundo disco hablamos tanto del sol y la lluvia, Bogotá es así, la lluvia es violenta y cuando hace sol es re violento, y eso tienen un impacto, algunas metáforas que hay allí con el sol y la lluvia no existirían si viviéramos en Barranquilla, donde siempre hace sol.

 

¿Qué los altera? ¿Qué es eso que los mueve, conmueve?

Nicolás – No tener cigarrillos.

Santiago – A riesgo de sonar clichesudo, lo que más me altera y conmueve es el amor. Es siempre, de una u otra forma, el motor, no solo creativo, de la vida; y de ahí derivan un montón de emociones que van de la extrema ira, a la euforia más hijueputa.

 

Salen de Neiva, ¿hacia dónde van? ¿En qué anda la banda?

Estamos trabajando en un EP, la idea es sacarlo el próximo año, ojalá antes de Estéreo Picnic, pero seguro habrá un sencillo antes de eso. Esperamos volver a salir del país (la banda estuvo en México). Y esperamos tocar en Bogotá con una agrupación del exterior. Vamos a ver qué pasa, y pues bueno nos preparamos para regresar al Etéreo Picnic.

 

A agradecimientos a la banda, al Festival de Cine de Neiva Cinexcusa, la Red de Intercambio Musical Neiva (RICMN) y la Casa Cultural la Madriguera.

 

Fotografía tomada de facebook.com/nicolasylosfumadores

 

Toque

Día: jueves 27 de octubre 

Lugar: Auditorio Olga Tonny Vidales – Universidad Surcolombiana (USCO).

Hora: 7:00 p.m.

Aforo: 350 personas que porten la manilla del Cinexcusa, de venta en el stand del Festival en la USCO y El Patio.