En Colombia el silencio de la mayoría de los fusiles en manos de las Farc-ep, hoy partido Farc, ha permitido explorar paisajes que durante décadas fueron parte de las escaramuzas de la confrontación armada. Hoy donde antes hacía eco el plomo, solo golpean las caídas de agua y los gritos de la adrenalina. Pero las amenazas al paisaje no cesan.

Llegar hasta ´Las Repisas del Sábalo´, al norte del departamento del Caquetá, jurisdicción del municipio de Puerto Rico, toma tres horas. Al final del primer trayecto (dos horas y media), que se puede hacer en carro, moto, bicicleta, se tiene contacto con los guías turísticos. Una vez en la vereda La Esmeralda, se emprende un recorrido de 20 minutos hasta el paraje natural. Se recomienda usar ropa cómoda, botas de campo, y llevar hidratación suficiente para la travesía, el resto del equipamiento está incluido en el Plan Turístico.

 

Para alejar la zozobra

El municipio de Puerto Rico es un territorio rico en recursos naturales y riqueza ecológica. Allí está la cuna del Río Guayas, un importante afluente que imprime verde a las grandes extensiones de cultivos de arroz y pancoger. En el paisaje son tradicionales los bellos atardeceres.

´Las Repisas del Sábalo´ es precisamente eso, un lugar mágico que permite conectarse con la naturaleza y consigo mismo. Además, es la oportunidad para reflexionar sobre el comportamiento proambiental y el sentido de pertenencia, por la armonía constante que proyecta.

 

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Desde el año 2018, la comunidad de la vereda la Esmeralda implementa estrategias de conservación y preservación para el aprovechamiento de las distintas maravillas ecológicas que existen en el municipio, así lo dio a entender la habitante de la zona y guía turística Diva Trujillo a TV5. A través del SENA y el interés de los habitantes nació la iniciativa de ecoturismo en este lugar de ensueño, que incluye la práctica del Rápel con la técnica Canyoning, un deporte de aventura que se realiza en los cañones o barrancos de ríos.

La iniciativa popular hace frente a prácticas de explotación de oro y petróleo presentes en la zona, y que impactan el paisaje al generar deterioro de los recursos naturales, contaminación ambiental en las fuentes hídricas (Río Guayas, Quebrada Iguá, Cascada el Salado y Sábalo) y perdida de propiedades del subsuelo.

 

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Las fumigaciones con glifosato son otra actividad foránea que en el pasado generó pérdida de cultivos, limitaciones en el desarrollo de la cultura ganadera y la vocación forestal del territorio, entre otras dinámicas; incluso la aspersión afectó a comunidades indígenas que habitan el territorio.

 

Fotografías cortesía Lilian Barrios 

 

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Por eso, si el Caquetá es su destino turístico, no se puede perder la grandeza de este paisaje, y de paso estará aportando al ímpetu de los habitantes de la vereda que hoy se ven representada en grupos ambientalistas como Asociación Canyoning, que promueven el respeto de los recursos naturales y el turismo sustentable.