“Lo más admirable de lo fantástico es que lo fantástico no existe, todo es real”
André Bretón
Podemos ver el Gótico como “la combinación explosiva de una antropología del mal y de una crítica social” (1). Éste, habla del tránsito por el mal a través del desbordamiento de las pasiones y describe los medios por los cuales se degradan los órdenes de la naturaleza y la cultura, a esta ruptura del campo simbólico de lo cotidiano le sobreviene el terror por lo innombrable y la impotencia ante lo irrepresentable.
Por Felipe Quien
Podemos ver el Gótico como “la combinación explosiva de una antropología del mal y de una crítica social” (1). Éste, habla del tránsito por el mal a través del desbordamiento de las pasiones y describe los medios por los cuales se degradan los órdenes de la naturaleza y la cultura, a esta ruptura del campo simbólico de lo cotidiano le sobreviene el terror por lo innombrable y la impotencia ante lo irrepresentable.
En la novela negra inglesa estas transgresiones relatan los poderes del orden patriarcal, de la propiedad y de la religión que se desatan sobre jóvenes inocentes en sótanos de antiguas casas, castillos o conventos (2). Del mismo modo expresa una crítica a la racionalidad instrumental de la ilustración. De esta manera el gótico tropical presenta un escenario de horror donde todas las relaciones sociales han sido pervertidas, como el amor incestuoso y las alianzas políticas mortales. En ese sentido “la ficción no debe ser considerada como un elemento irreal, sino como una forma de comprender, ordenar e idealizar la aparatosa realidad” (3) en la cual estamos arrojados.
Por las razones anteriores para este proyecto la fotografía propone contrastes fuertes en imágenes con gran contenido simbólico ligado a recursos del expresionismo pictórico, como es el caso de Devora Arango, Phanor Satizábal, y la obra escultórica de Emiro Garzón por los volúmenes de la geometría y la crudeza los trazos en la figura humana. Además, aprovecha los planos abiertos para narrar las realidades cotidianas dejando el espacio de los planos cerrados a los paisajes imaginarios de los personajes. Las líneas de tensión en escenarios rurales y urbanos están marcadas la arquitectura ya que representa las relaciones simbólicas con el espacio y los objetos cotidianos y sus transformaciones opuestas en las que radica el potencial del género Gótico, lo inmóvil queda a la deriva, quienes cuidan atacan, lo que acoge envenena.
Afiche oficial de ´Bejuco´
La presencia del sol en el trópico y la coloración de la vegetación amazónica son puntos de partida para proponer una atmosfera selvática en la que están atrapados los personajes, que se mueven un aire espeso de calor y humedad, de sombras profundas y espacios iluminados profundizada por el diseño de escenarios silenciosos e inquietantes en los que algo acecha. Entre estas luces y sombras los personajes rurales y urbanos se sirven de los objetos rituales de la brujería y la mística religiosa por igual. Sus cuerpos desprotegidos, cubiertos con ropas roídas demuestran su condición de subalternidad, las joyas y vestidos solo se obtienen a través del crimen, así los personajes se transforman en sus fantasías de gloria, poder o amor, tomando nuevo lugar en la cadena del mal.
Por su parte, Carne de tu carne presenta de forma potente la inversión de los espacios físicos y simbólicos con la irrupción de la violenta realidad de la que se alimenta una clase elevada, una clase que prefiere ignorar esa realidad. En este caso hablamos de una sociedad con trazas de un régimen que se remite a la colonia, donde quienes tienen el control de la tierra gozan de todo un abanico de poder y ejercen su voluntad sobre quienes no la tienen. (4)
Por otro lado, la necropolítica del destierro ha llevado a que las experiencias del terror queden confinadas al silencio de lo real-formal, enmarcadas en lo instituido y enunciadas en un lenguaje infértil, que profundiza las oposiciones de la Ciudad y El Monte, y hace de este último el lugar de lo inhóspito, lo ilegal, lo profano, convertido en un otro que se excluye o domestica en el relato histórico, como es el caso de la caricaturización del entretenimiento mediático.
La Selva, el Monte como lugar de lo bello y lo terrible ha sido profundizado en otras obras literarias del sur colombiano, como La Vorágine de José Eustasio Rivera, Mi alma se la dejo al diablo German Castro Caicedo, y se han hecho aproximaciones a esto desde proyectos cinematográficos como El Río De las Tumbas.
Con todo esto, a veces se puede considerar que es suficiente con la realidad para generar un temor real y cercano. En el Gótico tropical el Mal se nutre de sentimientos y vivencias, de historias y relatos conocidos desde la infancia que se entrelazan con hechos históricos que “expresan un antagonismo social- que no ha encontrado canales de expresión dentro del pacto simbólico, por lo cual sus contenidos se resisten a la simbolización” (5). A pesar de esto son hechos que no se escapan de ser expuestos y consumidos masivamente, causando en la sociedad una saturación voyerista del horror.
Ahora bien, el arte en cuanto es camino interminable se sirve de la transformación del lenguaje para posibilitar otras relaciones y presencias en la vida cotidiana. Con esto, también toca la experiencia de lo real, interrumpe las certezas que tenemos de lo que está allí en el mundo. Como expresión de ello está el cine, que se sirve de la creación de símbolos que funcionan como medios narrativos de lo innombrable. Así, la exploración de lo siniestro y lo incomprensible en el cine, puede aportar en la transformación de las relaciones con el dolor, la guerra, el destierro, en general el Mal, para que sean acogidos y ocupen de forma distinta lugares en nuestras vidas.
La importancia de hacer cine en las regiones no centrales del país, radica en que “cada ruptura histórica cambia de manera retroactiva el significado de las tradiciones y reestructura la narración misma del pasado” (6) por lo que se requieren más que cifras y datos para crear una retrospectiva de los paisajes imaginarios en los que habitamos y en los que localizamos nuestro miedos y fantasías.