Primero estaban las montañas, luego el mar y la distancia. Microhistoria de tres jóvenes colombianos que hoy construyen su vida en una isla ecuatoriana.

Por: Serafin Marquin Gaviria

@serafiniano

 

Naufragar en un país sin oportunidades ideales de empleo como Colombia, lleva a jóvenes como David Zamora Dussán de 24 años y padre de un bebé de cinco meses, a Jonathan Zamora Dussán de 20 años y a Hermides Muñoz Ríos también de 24 años y padre de una niña, a cruzar la frontera entre Colombia y Ecuador con ruta a aguas del pacífico.

 

De izquierda a derecha, Hermides Muñoz Ríos, Jonathan y David Zamora Dussán 

 

Durante 35 horas y por aproximadamente 100 dólares, cada uno, atravesaron “muchas ciudades” hasta llegar a ciudad Lago Ario y de ahí directo a Machala, Capital de la Provincia del Oro (isla) Ecuador.

Son parte de los 3’400.000 jóvenes que no tenían empleo en 2018, según el DANE. un panorama preocupante según expertos de la Universidad Libre.

Llevan dos semanas y la meta son dos años. A donde fueron a parar hay hoteles turísticos y un mar azul que los rodea. En la memoria tienen la textura lisa de las pepas de café (que acostumbraban recolectar) y la idiosincrasia del pueblo que los crió con el ímpetu necesario para emprender un camino hacia el futuro.

En Machala por lo general el sol es fuerte, los buques se dibujan en el horizonte sobre las aguas, unas personas traen semilla, otras alimentan camarones, unas más exportan, y todos almuerzan arroz, carne, ensalada, plátano cocido verde, sopa de queso o sopa de mariscos. Mientras que a los tres jóvenes el tiempo se les va (de seis de la noche a seis de la mañana) resguardando perímetros al aire libre.

Decidieron ir hasta tan lejos a ser guardas de seguridad motivados por brindarle lo mejor a sus hijos y padres, porque allá el pago es bueno. Todos los meses reciben 500 dólares (un millón quinientos mil pesos colombianos) libres de gastos personales, además de cuatro días de descanso. Según Migración Colombia buscar nuevas oportunidades laborales y de empleo es la principal causa de migración en el país.

“A ratos es difícil porque quisiera estar con mi bebé, él tiene cinco meses”, nos ha dicho David Zamora Dussán a través de las redes sociales. Aunque son hijos de pequeños productores cafeteros del municipio de Algeciras, apenas terminaron la educación básica y uno de ellos -el menor- cursó parte de la secundaria.

Mientras la industria camaronera en Ecuador, que según la Cámara Nacional de Acuacultura produjo en 2017 938,5 millones de dólares, no sucumba ante la crisis prevista por expertos para 2019 y 2020, David, Jonathan y Hermides seguirán cumpliendo su sueño migrante, lejos de sus familias, hijos; asimilando la comida y duchándose hasta tres veces al día, pues donde nacieron -la ´Despensa Agrícola del Huila´-  el promedio de temperatura es de 19 grados centígrados y aún no se acostumbran a la vida en la arena.

 

A continuación, algunas postales realizadas por los jóvenes durante las jornadas laborales:

Postales de jóvenes que migraron a una isla camaronera